olor a incienso frío de iglesia
temblor imparable de la mañana
ciudad repleta de gente acostumbrada
a incendios internos desvanecientes
se busca porque se es porque se siente
que en el fondo no hay más
se espera porque ella suele acudir
dejando un terreno fértil
de exquisitas verdades
siguiéndole a cada paso
repartiendo luces enmudecidas