Why ‘Poet Economist’

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  1. CON WALT WHITMAN ACOMPAÑADO DE MOTOSIERRA

    I CELEBRATE myself, and sing myself,
    And what I assume you shall assume,
    For every atom belonging to me as good belongs to you.
    (Walt Whitman, Song of myself)

    Me celebro y me canto a mí mismo, viejo Walt,
    Igual como hace años
    Mi hijo menor se celebró a sí mismo en su cuaderno de escuela
    En Havertown, Pensilvania
    Igual como mi hijo, Pablito aún por esos días lejanos
    Con su letra nerviosa y apurada se celebró en ti y en tu poema
    A pedido de Mr. Finn
    Su quijotesco profesor de inglés en la Haverford Middle School
    Cuando se empinaba apenas por los once o los doce
    Y dejó que la pluma corriera whitmaniana, segura y rapidísima
    Que corriera y volara sin tropiezos ni caídas
    Por esas albas hojas de cuaderno acostumbradas a recibir sus apuntes y sus dibujos
    Sus cálculos y sus geometrías, sus patas de gallo y sus reflexiones de niño
    Armoniosamente lanzadas sobre la estupenda blancura de la hoja
    Me celebro, Walt Whitman, y sumo a Pablo en esta celebración solemne
    En este impensado ritual poético que me caído del cielo esta noche silenciosa
    En este festejo que es por ti y es por mí
    Y es también por mi hijo que se encuentra a no más de veinticinco minutos en automóvil
    Del lugar donde descansan tus preciosos restos
    Me celebro Walt Whitman, me celebro a toda barba, a toda edad
    Y celebro la poesía en esto que es también o, tal vez, principalmente
    Un canto por la vida y la naturaleza
    Un canto por la palabra y la amistad
    O por la amistad de la palabra
    Que se hace trazo a trazo, es decir, tabla a tabla, serrucho en mano
    Y por esas bandadas de loros dicharacheros y revoltosos
    Que pasan y pasan cotorreando y canturreando, raudos en su verdor
    Sobre este trozo de bosque que igual canta con sus ramas y sus hojas
    Y su fronda magnífica que parece encerrar el comienzo del mundo
    Y su misterio

    Me celebro, padre Whitman, me celebro con las botas embarradas
    Y la motosierra cotorreando en su propio lenguaje
    Igual que los loros en medio del bosque
    Como celebro a mi hijo que veo aquí presente
    Y a ti sentado en esta misma mesa, Astillero, marzo de 2018
    Y en la celebración del mundo es la palabra misma la que canta
    Y es la propia palabra
    La que alza los brazos y sonríe a ese sol que ya no está pero que igual existe
    Y pura e inocente se celebra a sí misma
    Como un pastizal verde repleto de florecillas silvestres
    Que se extiende y se extiende hasta las fronteras inauditas del infinito.
    Y entonces Vago… e invito a vagar a mi alma, viejo Walt
    Vago y me tumbo a mi antojo sobre la palabra que corre
    Y me tumbo y me sueño jugueteando sobre la palabra acogedora
    Sobre el camino que la palabra ha ido construyendo letra a letra, línea a línea
    La palabra que se abre y se cierra como una flor esplendorosa
    La palabra que es bosque verde y mar azul como la infancia
    La preciada palabra por la que navegamos igual que por la vida
    Por esta misma vida que celebro con esta palabra tuya que hago mía
    O mía y que hago tuya y que debo a mi hijo
    Que una noche ya perdida en el tiempo
    Me arrojó como un rayo sus palabras manuscritas
    En su tembloroso cuaderno de escolar
    Y las dejó allí aquietadas sobre la mesa
    Esperando el ojo regocijado y radiante de su padre lector
    Que lo recuerda a esta hora de la noche en Astillero
    Navegados sus sentidos por la humedad olorosa de los ulmos y las quiacas
    Y los vistosos arrayanes y los canelos y las petas
    Y los enmarañados tepú y los coigües innumerables.

    Astillero, domingo 18 de marzo de 2018

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